De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la industria tabacalera gasta 9 mil millones de dólares al año en todo el mundo en publicidad y promociones que exponen a los consumidores a mensajes orientados a normalizar el tabaquismo y ampliar la base de usuarios de sus productos. En ese sentido, la Secretaría de Salud (SSa) indica que el sector principal de usuarios en México corresponde a 15 millones de personas fumadoras, de las cuales más de 600 mil son adolescentes de entre 12 y 17 años de edad.
Se sabe que el empaquetado de tabaco es una herramienta clave de marketing que la industria emplea para atraer a posibles consumidores, fomentar la identificación de la marca y normalizar el uso del producto. Cabe señalar que la comercialización de sabores (que aumenta el atractivo del producto al enmascarar el sabor fuerte del tabaco) se logra a menudo mediante imágenes, colores y descripciones en el empaquetado que hacen que los productos sean tentadores de probar, especialmente entre los consumidores jóvenes.
En este contexto, el estudio “Percepciones compartidas sobre el diseño de los paquetes de cigarrillos aromatizados entre fumadores adultos jóvenes de México y Filipinas”, realizado por el Institute for Global Tobacco Control (IGTC) de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health aporta nuevas pruebas de estrategias similares utilizadas por las multinacionales tabaqueras en distintas partes del mundo para atraer a los jóvenes hacia sus productos adictivos y mortales, especialmente los cigarrillos aromatizados, que merecen una intervención política audaz, mismo que se presenta en el marco del Día Mundial de la Juventud.
Para la realización de este estudio, el IGTC analizó los resultados de discusiones de grupos focales llevadas a cabo con jóvenes adultos fumadores en dos países de ingresos bajos y medios, México y Filipinas, en las que se mostraron a las participantes cajetillas de cigarrillos con y sin sabor, a lo que se les solicitó que comentaran su percepción y atracción por los diseños de las cajetillas.
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En ambos países, los participantes identificaron fácilmente las imágenes de cápsulas con sabor, asociaron los colores de las cajetillas con sabores específicos y respondieron favorablemente a estos atributos, interpretando la mayoría de ellos que eran el público joven y principal de los productos saborizados. Los participantes de México anticiparon que las imágenes de las cápsulas de sabores indicaban una sensación “más suave” al fumar, describieron los colores de las cajetillas como “elegantes”, “llamativos” o “atractivos”, y afirmaron que los productos de sabores y colores “llaman la atención”, señalando su popularidad entre los estudiantes de secundaria.
“Las personas que participaron en el estudio consideraron que los cigarrillos con sabor, ya sea en cápsula o filtro, tenían más probabilidades de atraer a los jóvenes y a quienes experimentan con el tabaco por primera vez”, explicó Graziele Grilo, Coordinadora Principal del Programa de Investigación y Líder Regional para América Latina del IGTC, y una de las autoras principales del estudio. “Los elementos del empaquetado, como los colores e imágenes, pueden aumentar el conocimiento y el atractivo de las características del producto, razón por la cual prohibir los sabores y regular el empaquetado conjuntamente es una forma poderosa de limitar el atractivo del producto y disuadir a los nuevos consumidores de comenzar a fumar”.
Para combatir el elevado índice de muertes causadas por el tabaco en México (unas 63 mil 200 personas al año) y la omnipresencia de la exposición al humo de tabaco ajeno (que afecta al 45% de los jóvenes mexicanos), el país ha adoptado recientemente varias medidas enérgicas y eficaces para reducir el tabaquismo y desincentivar su consumo, como la prohibición de fumar en lugares públicos y la prohibición total de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco, que incluye la prohibición de la exposición de los productos del tabaco en los puntos de venta, una forma especialmente formidable de limitar el potencial de marketing del empaquetado de los productos (y la exposición asociada de los consumidores).
Los hallazgos de este estudio proporcionan nuevas pruebas que no solo respaldan las medidas de control del tabaco existentes en México, sino que también justifican futuras implementaciones de tácticas recomendadas para reducir el consumo y desnormalizar el tabaquismo, especialmente entre los jóvenes. Mediante la promulgación del empaquetado neutro y estandarizado (incluido el cigarrillo en sí) y la prohibición de productos de tabaco con sabores (incluidos dispositivos como cápsulas que ofrecen sabor), México puede contrarrestar con éxito el marketing con tintes dulces y depredadores de la industria tabacalera, así como proteger a las generaciones más jóvenes y a toda la población de las muertes y enfermedades continúas causadas por el tabaco.
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