Debido a la alta concentración de partículas finas menores a 2.5 micras (PM2.5 µg/m³) suspendidas en el aire, los habitantes de la Ciudad de México (CDMX) están más expuestos a padecer enfermedades cardiorrespiratorias y pulmonares.
De acuerdo con un estudio realizado en adultos mayores residentes de la CDMX, por cada incremento de 10μg/m3 en la concentración de PM2.5, el ritmo cardiaco de esta población se redujo en un 5%, con un efecto mayor en pacientes hipertensos. Por otro lado, los niños también son vulnerables ante estas partículas, sus pulmones aún no se desarrollan por completo y son más propensos a presentar asma u otras enfermedades respiratorias. Artículos relacionados
Una de las causantes del incremento de PM2.5 en ciudades como la capital del país es la circulación de 50.5 millones de vehículos que usan gasolinas adicionadas con éter metil tert-butílico (MTBE, por sus siglas en inglés), un oxigenante de origen fósil que contamina el aire y los mantos acuíferos.
“Si se usaran energías procedentes de fuentes renovables, como el etanol, en un 10% al menos, se podría reducir más del 30% de emisiones de PM2.5. Un paso gigantesco para acercarnos a lo recomendado por la OMS es mejorar la calidad del aire y, por consiguiente, la salud de millones de personas,” mencionó Luis Alonso González, presidente del Comité Científico y Técnico de la Asociación Mexicana para la Movilidad Sustentable (AMMS).
Por su parte, Galo Galeana, Investigador y consultor en energía y medio ambiente, declaró que “la Comisión Reguladora de Energía (CRE) deberá dar su fallo sobre el uso de etanol al 10% (E10). En todo el país, se han entregado diversos estudios que demuestran los beneficios reales a la salud, el medio ambiente, la economía y el desarrollo del país, principalmente en el sureste México. Aún hay mucha incertidumbre, por lo que hacemos un llamado a que vean por la salud de la población y el desarrollo sustentable del país.”
RGP