Dra. Patricia Castillo González, Neumóloga adscrita al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) Alta Especialidad en Neumología Oncológica (INER), Miembro de la Sociedad de Neumología y Cirugía de Tórax
Pulmon.mx.- El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo, con una sobrevida esperada a 5 años del 15% aproximadamente. En México se estima un total de alrededor de 9,148 casos por año, de los cuáles cerca de 8,807 morirán el mismo año de realizado el diagnóstico. Los estados más afectados son Baja California Norte y Sur, Sinaloa, Sonora, Nuevo León, Tamaulipas, Nayarit y Chihuahua.
El origen del cáncer de pulmón es multifactorial, sin embargo es bien conocido que el principal factor exposicional es el tabaquismo. Con respecto al tabaco, se calcula que existen cerca de 1.3 billones de fumadores en el mundo y entre más frecuente sea el tabaquismo en una población, mayor será la presencia de cáncer de pulmón, ya que los fumadores tienen un riesgo 20 veces mayor que los no fumadores para su desarrollo; este riesgo incrementa con la duración del hábito, el número de cigarros y la edad de inicio.
En México del 70 al 85% de los casos nuevos diagnosticados con cáncer de pulmón tienen como causa el tabaquismo, por lo que resulta importante saber que el cigarrillo está compuesto por alrededor de 1000 sustancias, de las cuales 60 son carcinógenos bien conocidos. El fumar cigarrillos con filtro no minimiza el riesgo, ya que dichos filtros fueron incorporados desde 1950, sin embargo los consumidores compensan aumentando la profundidad de las inhalaciones.
Es importante saber que no todos los pacientes que son diagnosticados con cáncer de pulmón han fumado, existen otros factores de riesgo para su desarrollo. Se estima que entre el 10% de los hombres y hasta el 20% de las mujeres con cáncer de pulmón son no fumadores. Este tipo de presentación es más común en mujeres, siendo el Adenocarcinoma el más encontrado, el diagnóstico suele hacerse en una edad menos avanzada (a los 62 años en promedio) y hasta 5 a 10 años antes, en comparación con los fumadores, sin embargo la enfermedad suele ser más extensa al momento del diagnóstico, pero estas mujeres tienen mayor sobrevida que los hombres en las mismas condiciones.
El tabaquismo pasivo fue mencionado por primera vez como causa de cáncer de pulmón en 1972, produce cáncer en el 20 a 30% de la población afectada por esta enfermedad.
En cuanto a la predisposición familiar podemos mencionar que se observa hasta 2.5 veces mayor riesgo en familiares en 1er grado y esto ha sido confirmado por varios estudios epidemiológicos.
El gas Radón es un gas incoloro, inodoro e insípido que es producto de la descomposición del uranio, el cual suele encontrarse en suelo y roca volcánica principalmente. El cáncer de pulmón se puede desarrollar a partir de la exposición a este gas proveniente del subsuelo.
El asbesto es un mineral que es un carcinógeno bien conocido y que es parte de muchas de las viviendas en nuestro país, ya sea que esté presente en tuberías o como material aislante de la electricidad o incluso es más frecuentemente utilizado como techo en forma de lámina. Este material ha sido prohibido en gran parte de países desarrollados como Estados Unidos, Canadá y en la Unión Europea.
En nuestro país es bastante común utilizar leña, carbón o petróleo (biomasa) para la cocción de los alimentos o para sustituir la electricidad en zonas en donde no hay suficientes recursos económicos, de modo que las mujeres expuestas a este humo derivado de la combustión, inhalan alrededor de 25 millones de litros de aire contaminado. En países en vías de industrialización hay un estimado de 2.4 billones de personas expuestas. Se han encontrado altas concentraciones de sustancias que producen cambios celulares que predisponen al desarrollo de cáncer de pulmón relacionado a humo de leña, y sobre todo al carbón. En los Estados Unidos, la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer clasifica a la biomasa como “probables carcinógenos, ya que hay evidencia limitada, tanto en humanos como en animales”.
En cuanto a la Contaminación atmosférica, se estima que el 23% de todos los fallecimientos por diversas enfermedades pueden atribuirse a factores ambientales, diariamente se emiten alrededor de 40.5 millones de toneladas de contaminantes a la atmósfera, y a esta contaminación ambiental se le atribuye el 2% del cáncer pulmonar.
Hablando de los diferentes tipos de cáncer de pulmón, es importante mencionar que los pulmones están compuestos por varios tipos de células que tienen diferentes funciones, el tipo de cáncer depende del tipo de célula afectada. Existen dos tipos principales de cáncer de pulmón: el Cáncer de pulmón de células no pequeñas, que es el tipo de cáncer más común y es responsable del 75-80% de los casos y tiene tres subtipos; carcinoma de células escamosas o epidermoide, Adenocarcinoma (que es el más frecuentemente encontrado) y Carcinoma de células grandes, y por otro lado tenemos al cáncer de pulmón de células pequeñas. Cada tipo tiene un comportamiento distinto.
Con respecto a los síntomas producidos por el tumor, la mayoría (entre el 75-90%) de los cánceres de pulmón no causa síntomas hasta que está muy avanzado. Algunos de los síntomas más frecuentes se deben al crecimiento del cáncer en los pulmones y su diseminación a los tejidos cercanos como pueden ser: tos que no desaparece, dolor de pecho que se intensifica con la respiración profunda, ronquera, pérdida de peso y apetito, flema sanguinolenta o de color rojizo, dificultad para respirar, fiebre sin razón aparente, infecciones recurrentes tales como bronquitis y neumonía.
En cuanto a los estudios de imagen necesarios, la radiografía de tórax es el estudio más accesible por su amplia disponibilidad, sin embargo es una herramienta básica ya que la tomografía resulta más útil, éste es un estudio que produce imágenes transversales detalladas del cuerpo, en lugar de tomar una fotografía, como con la radiografía, la tomografía toma muchas imágenes mientras rota alrededor del paciente. El paciente recibe una inyección intravenosa de un “tinte” o medio de contraste que ayuda a delinear mejor las estructuras del cuerpo, lo que provee de información precisa como es la localización de la lesión, características de la misma en cuanto a tamaño, bordes, calcificaciones, relación con estructuras vecinas y probable afectación de ganglios linfáticos.
Para establecer el diagnóstico de cáncer pulmonar es necesario contar con un estudio llamado biopsia, que consiste en obtener tejido proveniente del tumor para ser revisado bajo un microscopio por un Especialista llamado Patólogo, quien determinará el nombre exacto del tumor. Estas biopsias pueden ser obtenidas a través de múltiples procedimientos, que serán realizados por otro Especialista, en este caso el Neumólogo, quien decidirá qué procedimiento es el más adecuado para cada paciente, dependiendo de las manifestaciones del tumor en el cuerpo del individuo afectado.
Ya teniendo el diagnóstico confirmado de un cáncer, existen otros métodos de imagen que sirven para mostrar si el cáncer se ha propagado. Para evaluar si existe metástasis en los huesos el gamagrama óseo puede ser muy útil, para saber si hay metástasis al cerebro se utiliza la Tomografía de cráneo contrastada, aunque es más específica la resonancia magnética, y como parte importante para detectar metástasis a otros órganos fuera y dentro del tórax, se cuenta con la tomografía por emisión de positrones (PETCT), en la que se inyecta una pequeña cantidad de un marcador con glucosa radiactiva en una vena del brazo, y debido a que las células cancerosas trabajan más rápido que las células normales, se acumula más radiactividad en los tumores malignos
Para finalizar, es importante que los pacientes busquen ayuda de Especialistas Certificados para brindar la información adecuada y llegar a un diagnóstico correcto lo más tempranamente posible, sin restar importancia a que, si los factores causales externos al individuo son identificados y se evita la exposición a ellos, un alto porcentaje de casos de cáncer se pueden prevenir.