El Mtro. Erick Antonio Ochoa, Director de Iniciativas Para el Control del Tabaco de la Fundación Interamericana del Corazón México, comparte para LaSalud.mx, sus reflexiones respecto a las políticas de salud y el tabaco.
Este año el Congreso puede mejorar significativamente las políticas de prevención, control y tratamiento de una adicción que genera más de 66 mil muertes anuales en nuestro país: el tabaquismo.
El reto no es menor por varias circunstancias críticas. En primer lugar porque México se ha rezagado en comparación con otros países de nuestra región. La más elemental de las políticas, la protección de los ambientes libres de humo en espacios públicos cerrados y áreas interiores de trabajo, es una realidad en 16 países de América Latina1. Esto no es así en nuestro país, donde la legislación nacional permite habilitar espacios reservados para fumadores en lugares públicos. Aún así, es destacable cómo el DF, Tabasco, Morelos, Veracruz, Zacatecas, el Estado de México, Nuevo León y Baja California, gracias a organizaciones civiles como Códice y el apoyo de valiosos aliados, son 100% libres de humo de tabaco.
En segundo lugar, si bien existe una serie de indicadores que muestran el grado de avance en las políticas de control del tabaco en el país, como la disminución estadísticamente significativa en el porcentaje de hombres fumadores activos, la condición de vulnerabilidad particularmente de los jóvenes se ha agravado en los últimos años.
En la ENA 2011 al menos 3 datos preocupantes exigen un replanteamiento estratégico preciso:
- La prevalencia de fumadoras adolescentes activas aumentó entre 2002 y 2011 (de 3.8% a 8.1%), principalmente por el aumento en la prevalencia de fumadoras ocasionales (de 2.1% en 2002 a 7% en 2011).
- La exposición al humo de tabaco ha aumentado en los últimos años. En 2008 cerca de 11 millones de personas que nunca han fumado, esto es 23.3% de la población, estaba expuesta al humo de tabaco. En 2011, el 30.2%, esto es 12.5 millones de personas, se han declarado vulnerables a esta misma afectación.
- Los adolescentes, que inician su consumo a los 14 años en promedio, tienen una mayor exposición al humo de tabaco. De 27.3% en 2008, pasaron a 36.4% en 20112.
En un esbozo crítico de políticas adicionales, además de la urgencia de proteger los ambientes libres de humo de tabaco, la Ley General para el Control del Tabaco debe reformarse para:
- Prohibir totalmente la publicidad, promoción y patrocinio.
- Incluir empaque genérico con dos colores y pictogramas más grandes – al menos del 70% – en las cajetillas.
- Restringir la exhibición de productos de tabaco en los puntos de venta, que en sí misma constituye una forma de publicidad hacia todo público.
- Instrumentar medidas para el rastreo y seguimiento de los productos de tabaco, que contribuirían a inhibir el contrabando.
- Fortalecer los recursos financieros asignados a la prevención, entre otras medidas con campañas que inhiban el consumo de tabaco en jóvenes.
La política fiscal también debe rediseñarse. Si bien en 2010 fue notorio el avance cuando el Congreso de la Unión aprobó un incremento de 7 pesos por cajetilla, cada año la política pierde efectividad pues no existe ajuste automático del impuesto con la inflación, además de que los esfuerzos por aumentarlos han sido anulados con acciones de interferencia de la industria tabacalera.
Este 2013, las iniciativas planteadas en el Congreso coinciden en aumentar el impuesto específico a los cigarrillos, como lo recomienda una investigación de la COFEMER. Con 11 pesos adicionales, se estima que el consumo de tabaco se reduciría 19.33%, a su vez que la recaudación aumentaría 20.6%. En pesos, la autoridad hacendaria podría hacerse de 7 mil millones de pesos más3. En un contexto de reforma hacendaria integral, sería un desperdicio no incluir mayores impuestos al tabaco.
Lo más importante del actual contexto es que hoy existen iniciativas presentadas por parlamentarios comprometidos como la Senadora Maki Esther Ortíz, el Senador Francisco Salvador López Brito, la Diputada Leslie Pantoja o el Diputado Francisco Javier Fernández Clamont, quienes han dejado diferencias partidarias para sumar en una agenda común. Al empuje de hombres y mujeres valientes, requerimos convencer a una mayor proporción de tomadores de decisión. Sin ellos, no habrá reforma posible, reforma viable.
En nuestro país necesitamos una óptica de protección al derecho a la salud más amplia, requerimos urgentemente una propuesta de diseño que mejore significativamente los indicadores de cumplimiento del Convenio Marco para el Control del Tabaco, pero sobre todo, como sociedad y gobierno debemos dar una respuesta frontal a la adicción de una droga legal que discapacita y mata, de una droga que sirve de puente hacia otras drogas más duras, ilegales.
[1] Uruguay (2004), Colombia (2008), Panamá (2008), Guatemala (2008), Trinidad y Tobago (2009), Honduras (2010), Barbados (2010), Perú (2010), Argentina (2011), Brasil (2011), Venezuela (2011), Ecuador (2011), Costa Rica (2012), Chile (2013), Surinam (2013) y Jamaica (2013) son países 100% libres de humo de tabaco.
[2] CENADIC/CONADIC/INSP, Encuesta Nacional de Adicciones 2011: Reporte de Tabaco, 1ª edición, México, 2012.
[3] Comisión Federal de Mejora Regulatoria, Tabaquismo en México: análisis y recomendaciones de mejora regulatoria, Documentos de Investigación en Regulación no. 2012-01, México, Abril de 2012. Disponible enhttp://www.cofemer.gob.mx/Varios/Adjuntos/14.05.2012/IAPA_COFEMER_TABAQUISMO_EN_MEXICO_2012.pdf