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Durante los primeros seis meses de edad se debe dar a los pequeños sólo leche materna, porque la introducción de otro tipo de alimentos como la leche entera, crema y queso, los predispone al desarrollo de algún tipo de alergia, advirtió el alergólogo adscrito a la Unidad de Alergias del Instituto Nacional de Pediatría, Gerardo López Pérez.
En entrevista, dio a conocer que durante el primer año de edad tampoco se les debe dar chocolate, huevo ni jugo de naranja, este último utilizado frecuentemente por las madres de familia para atender el estreñimiento del bebé.
Enfatizó que antes de los dos años de vida hay que evitar que consuman pescados y mariscos, porque estos alimentos desencadenan alergias en los pequeños que tienen predisposición.
El especialista añadió que los hijos de padres con rinitis, sinusitis, dermatitis u otro tipo de alergia tienen más riesgo de padecer cualquiera de estas enfermedades, por ello recomendó tomar ciertas medidas durante la gestación, como la adecuada ingesta de nutrientes para fortalecer su sistema inmunológico, y evitar el consumo de tabaco para reducir la posibilidad de que se presenten esos padecimientos en el menor.
Asimismo, procurar que el ambiente en el que crece el bebé esté lo más limpio posible, libre de peluches, plantas, animales, alfombras o cualquier otro producto que contribuya a la presencia de alergias.
El asma es una enfermedad controlable y relativamente curable si se diagnostica a tiempo, porque hay una variedad de medicamentos efectivos que hacen innecesario el uso continuo de broncodilatadores o aerosoles.
Explicó que 80% de los casos de asma son consecuencia de una alergia y 20% se debe a problemas cardiacos, a la anatomía de la vía aérea respiratoria o endocrinológico.
El asma se puede confundir con complicaciones de la vía aérea superior, como rinitis o sinusitis porque las manifestaciones son muy parecidas, por lo que el diagnóstico preciso se basa en los datos clínicos del asma como la tos, silbido en el pecho, dificultad para respirar y en algunos pacientes la presencia de neumonía.
Igualmente hay que realizarle una radiografía de tórax para evitar la confusión con otras enfermedades o problemas, porque también hay pequeños que aspiran un cuerpo extraño como el frijol, cacahuate u otro que se atora en alguna zona de las vías respiratorias, y por la dificultad para respirar se confunde con asma.
Asimismo, se practican pruebas de función respiratoria, cutáneas o de sensibilidad a alergenos para conocer el agente causante de la alergia.
Esta enfermedad afecta de 10 a 20% de la población infantil de entre uno y 12 años, y muchos de ellos no sólo tienen asma, sino otras alergias como rinitis, dermatitis atópica o conjuntivitis. El 70% de los casos inicia antes de los cinco años de edad.
Al referirse al tratamiento, comentó que la atención preventiva y farmacológica se basa en medicamentos de rescate –broncodilatadores- y antiinflamatorios o controladores –esteroides inhalados-, y de preferencia combinados para un mejor control.
Alertó que la suspensión del tratamiento sin indicación médica genera recaídas aun cuando el paciente se “vea bien”, o incrementa los síntomas que obligan a incrementar la cantidad y variedad de medicamentos.
Finalmente recomendó que el pequeño que padece alguna enfermedad respiratoria debe ser atendido de inmediato por un médico general o pediatra, y si hay inadecuada respuesta al tratamiento, cronicidad de síntomas, recaídas frecuentes a pesar de los medicamentos, además de complicaciones pulmonares y sistémicas, hay que llevarlo con el neumólogo o alergólogo.
