Padecen apnea del sueño casi 30 millones de mexicanos.

Casi 30 millones de mexicanos son afectados por la apnea del sueño, uno de los más frecuentes trastornos del dormir; está asociado al 98 por ciento de los pacientes con exceso de peso, advirtió Matilde Valencia Flores, investigadora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

La apnea ocasiona frecuentes interrupciones de la respiración, de aproximadamente 10 segundos cada una, y provoca ronquidos y un sueño fragmentado que no es reparador. Cada episodio va seguido de un intento súbito por respirar y un cambio a una etapa de sueño más ligero.

Además, ocasiona que se colapse la vía aérea mientras se duerme y es más frecuente en los obesos por el cúmulo de grasa en la orofaringe, una región que abarca la porción posterior de la boca, desde el paladar blando hasta el hueso hioides, e incluye el tercio posterior de la lengua, detalló la especialista.

%u201CLas personas con apnea tienen que ser tratadas por especialistas para reducir el riesgo cardiovascular y la somnolencia diurna, que ocasiona que se queden dormidas con mucha facilidad mientras trabajan, estudian, manejan o hablan por teléfono%u201D, destacó.

Hábitos inadecuados, insomnio y depresión

Las causas de los trastornos del sueño pueden ser genéticas, étnicas, estructurales, funcionales y ambientales, reveló Valencia.

%u201CPuede que se encuentren dañadas algunas de las estructuras que controlan el sueño o la vigilia, que haya una disminución de algún neurotransmisor u hormona, o que los hábitos en el dormir sean inadecuados%u201D, como la presencia de un televisor en la recámara o la modificación de los horarios, por ejemplo, durante el fin de semana, señaló.

%u201CLo deseable es leer y ver la televisión en otro sitio y tratar de acostarse y levantarse todos los días a la misma hora%u201D, recomendó.

Asimismo, dijo que ese tipo de trastornos están determinados por factores fisiológicos, culturales y ambientales. %u201CSe tiene evidencia de que en las últimas décadas ha disminuido, de manera progresiva, el tiempo total de sueño y, por consiguiente, se padece una privación crónica%u201D.

Esto ha sido posible por la presencia de alumbrado nocturno, que ha permitido hacer actividades durante la noche, y crear empleos en los que se trabaja las 24 horas del día.

El patrón natural de los humanos es diurno; entonces, mantener un empleo nocturno genera una alteración del ciclo sueño-vigilia y, con ello, se desincronizan otros ritmos vitales. El sueño de día favorece alteraciones hormonales y gástricas, advirtió.

El insomnio, a su vez, es un padecimiento frecuente. %u201CPuede representar consecuencias adversas para la vida laboral, social y familiar. No es solamente una forma inadecuada o anormal del sueño, sino un síntoma que puede estar asociado a gran cantidad de trastornos psiquiátricos, médicos e incluso a otros del dormir%u201D, acotó.
Por su parte, la depresión también se asocia con trastornos del sueño; en algunas personas causa somnolencia, mientras en otras, ocasiona insomnio.

En todos los casos, aclaró Valencia Flores, es fundamental contar con el diagnóstico de un especialista; se hace en una clínica del sueño, donde el paciente duerme toda la noche mientras se analiza con equipo especializado.

%u201CRealizamos un diagnóstico mediante polisomnografía, un estudio en el que se valora la actividad eléctrica cerebral, la actividad electrocardiográfica, parámetros respiratorios y movimiento; después, se puede dar el tratamiento adecuado%u201D, señaló.

La UNAM cuenta con dos sedes para este tipo de diagnósticos, una en la Facultad de Psicología, y otra, en la de Medicina, además de las que existen en los institutos nacionales de salud.

Maestría en Trastornos del Sueño

En agosto próximo, se prevé que la Facultad de Psicología de la UNAM empiece la impartición de la maestría en Trastornos del Sueño, donde los alumnos podrán profesionalizarse en esta área.

%u201CEl programa surge como resultado de la creciente especialización de las alteraciones sueño-vigilia, y de sus repercusiones en la salud en general y, muy particularmente, sobre diferentes sistemas como el conductual, el motor y el cardiopulmonar%u201D, detalló Valencia Flores.

Este campo de estudio inició su consolidación en la década de 1970 en Estados Unidos, donde se creó la Asociación Americana de Trastornos del Dormir (AASM, por sus siglas en inglés).

En México, destacados científicos han realizado investigación básica al respecto, y en los últimos 15 años, se ha iniciado a nivel clínico. Los principales institutos nacionales de salud cuentan con laboratorios y clínicas en los que se atiende a pacientes con estos padecimientos.

%u201CPor la complejidad que representa este campo, participan en su desarrollo especialistas en neurología, psiquiatría, neumología, otorrinolaringología, cardiología, biología y psicología%u201D.

En la maestría en Trastornos del Sueño participan, por la UNAM, las Facultades de Psicología y Medicina, además del Instituto de Fisiología Celular.

Otras entidades que colaboran son la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa y cuatro institutos nacionales de salud: el de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas, el de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, el de Psiquiatría Ramón de la Fuente, y el de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez.

%u201CEl programa tiene la ventaja de proporcionar una formación teórico-metodológica integral, que permitirá a los egresados diagnosticar al paciente, proporcionar tratamientos que mejoren la calidad de sueño, realizar actividades de investigación generando nuevos conocimientos sobre los mecanismos que intervienen, formar especialistas de alta calidad y realizar promoción pública de esta especialidad%u201D, concluyó.

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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