Mujeres especialistas
en el tema de adicción al tabaco hacen un llamado al Estado mexicano
para que, en el marco del Día Internacional de la Mujer, incluya en su
agenda la debida promoción y protección de la salud de las mujeres como
un derecho innegociable.
Según cifras de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, elaborada por el Instituto Nacional de Salud Pública, de la
población a nivel nacional, de 18 a 65 años de edad, un 20.6 por ciento
es fumadora activa. De ella las mujeres ocupan el 10.9 por ciento, 15.3
por ciento de las mujeres son ex fumadoras y 73.9 por ciento de las
mujeres nunca ha fumado.
El
consumo de tabaco en las mujeres ha aumentado el riesgo de contraer
enfermedades degenerativas como el cáncer de pulmón o el cáncer de
cuello uterino.
El
cáncer de pulmón se ha incrementado de modo alarmante, incluso en
aquellos países donde las mujeres comenzaron a fumar de forma
generalizada hace unos 40-50 años, la mortalidad por esta causa está
sobrepasando al cáncer de mama. También se ha observado como el cáncer
de cuello uterino es de 2 a 3 veces más frecuente entre las mujeres
fumadoras que entre las no fumadoras.
Trastornos y Alteraciones
Los trastornos a los que se exponen las mujeres por consumir tabaco abarcan la función reproductiva, embarazo, menstruación y menopausia.
En el caso de las alteraciones en la función reproductiva, el
consumo de tabaco en la mujer se asocia con un aumento de la
infertilidad (fundamentalmente de origen tubárico) y con un mayor
riesgo de embarazo ectópico (fuera del útero). Y las mujeres fumadoras
tienen tres veces más probabilidad, que las no fumadoras, de tardar más
de un año en quedar embarazadas.
Durante el embarazo
aumenta el riesgo de que aparezcan alteraciones, como consecuencia de
la vasoconstricción (disminución del calibre) de los vasos sanguíneos
de la madre y el futuro bebé, producida por la nicotina, y de la
hipoxemia (disminución del oxígeno de la sangre) provocada por el
monóxido de carbono en la placenta y en el feto.
Estas
alteraciones son: reducción del peso esperado del recién nacido para su
edad gestacional (aproximadamente 200 gramos), retraso en el
crecimiento intrauterino del feto, síndrome de muerte súbita del
lactante, mayor riesgo de partos prematuros y abortos espontáneos, así
como alteraciones placentarias, tipo desprendimiento prematuro de
placenta y placenta previa (posición anómala de la placenta ocupando
parte o totalmente el cuello uterino), que aumentan las complicaciones
del embarazo y parto.
Después
del parto, el consumo de tabaco por parte de la madre puede seguir
actuando sobre el recién nacido, ya que en caso de lactancia materna la
nicotina pasa al bebé a través de la leche.
Otras alteraciones
que aparecen con frecuencia en la mujer fumadora son los trastornos de
la menstruación: reglas irregulares, tensión premenstrual y dismenorrea
(menstruación dolorosa). En la menopausia, la mujer fumadora está
predispuesta al adelanto de tiempo, de 2 a 3 años con respecto
a las mujeres no fumadoras, pudiendo aumentar por esta causa tanto el
riesgo de osteoporosis (disminución de la consistencia de los huesos)
como de fracturas.
En las enfermedades cardiovasculares,
fumar es una de las causas principales que afectan a los vasos
sanguíneos del corazón (cardiopatías coronarias), del cerebro
(enfermedades cerebrovasculares) y de las extremidades (enfermedades
vasculares periféricas). En el caso de las mujeres esta situación se
agrava si utiliza anticonceptivos orales.
También
hay un efecto estético: pérdida de la elasticidad cutánea, aparición de
arrugas y color amarillento en dientes, manos y uñas; empeora el
aspecto de la piel, adquiriendo un color grisáceo. Las mujeres
fumadoras disminuirán su olfato y gusto; empeorarán su circulación, por
lo que sus pies y manos estarán más fríos, tendrán tendencia a ser más
sedentarias porque estarán menos ágiles y, como consecuencia, serán más
ansiosas y estresadas.
Causas
De acuerdo con la Asociación Española contra el Cáncer, hay diferentes motivos para que actualmente las mujeres fumen con mayor frecuencia.
- Publicidad.
Promueve el tabaquismo como glamour asociado a ideas como libertad,
independencia, éxito personal y social, moda, diversión, sensualidad,
elegancia, aventura y sociabilidad. Con ello, la presión social
fomentada por la publicidad, es otro de los motivos por lo que las
mujeres adquieren la adicción al tabaco.
- Depresión. Con características como soledad y tristeza; las mujeres utilizan los cigarrillos como recompensa y liberación.
- Doble
jornada de trabajo. Es habitual en la mujer y fumar se promociona como
una presunta solución para relajar y calmar los nervios.
- Miedo
al sobrepeso. Al dejar de fumar hay probabilidades de un aumento de
peso corporal en un promedio de 1.5 kilos en tres años. A pesar de que
cada vez es mayor el interés de los investigadores en encontrar
soluciones eficaces para aquellas personas que aumentan su peso cuando
dejan de fumar, todavía no se ha encontrado una solución adecuada.
Este
8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el Estado mexicano debe
destinar recursos para desarrollar una cultura de salud en beneficio de
las mujeres y cumplir, sin ambigüedades, con uno de los más preciados
valores de nuestra sociedad, afirman mujeres especialistas en el tema de adicción al tabaco.