La mitad de los estudios clínicos
para la detección de cáncer de mama se realizan en sectores de la
población no prioritarios, mientras 70 por ciento de los casos de la
enfermedad se diagnostican en etapas tardías, reconoció Patricia Uribe
Zúñiga, directora del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud
Reproductiva de la Secretaría de Salud (Ssa).
Al dar a conocer la puesta en marcha de dos centros de llamado para la detección oportuna
,
la funcionaria señaló que existen alrededor de 14 millones de mexicanas
de 40 a 69 años que podrían desarrollar este tumor, el cual es la
principal causa de muerte por cáncer en la población femenina del país.
Mencionó que de los más de 4 mil 500 decesos que ocurren al año por
este mal, 40 por ciento son mujeres de 50 a 69 años; 22 por ciento
tienen entre 40 y 49, y 24 por ciento son mayores de 70 años. Otro 15
por ciento de las víctimas tiene menos de 40 años.
Uribe recordó que la meta del sexenio es detectar a 21 por ciento de
las afectadas, lo que significaría triplicar el nivel reportado en
2007. Después de tres años del gobierno calderonista, se diagnostica
sólo a 8 por ciento de las mujeres con este padecimiento.
Aunque la meta parece ambiciosa, para que la detección funcione
la cobertura de pruebas clínicas debería ser de 70 por ciento y
realizarse antes de que se presenten síntomas del tumor. En México, la
mayoría de las afectadas se entera que tiene la enfermedad cuando ya se
encuentra en etapas avanzadas.
Sobre
el tema, Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Prevención y
Promoción de la Salud de la Ssa, reconoció que en el país tenemos un problema de infraestructura
porque hay pocos mastógrafos y personal de salud entrenado en la toma y análisis de los estudios.
Dijo que mientras en México existen 9.3 mastógrafos por cada millón
de mujeres, en países como Francia son 40, y el promedio para las
naciones que integran la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) %u2013a la que México pertenece%u2013 es de 20
equipos por millón de personas.
Los nuevos centros de llamado, que serán instalados con el apoyo del
laboratorio farmacéutico Pfizer, tienen el objetivo de incrementar la
detección de anormalidades en la mama en sus etapas tempranas, cuando
la mujeres aún no presentan síntomas. El programa funcionará como
piloto en Colima y Nuevo León, donde se invitará a las mujeres a
realizarse la mamografía; se prevé realizar alrededor de 5 mil estudios
al mes. Una estrategia similar se impulsará en otras 10 entidades
durante 2010.
Uribe Zúñiga recordó que la norma oficial mexicana (NOM) para la
prevención, detección y control del cáncer de mama estipula que la
prueba se debe realizar a mujeres de 40 a 49 años, siempre que tengan
algún factor de riesgo (antecedentes familiares, sobrepeso u obesidad,
tabaquismo, consumo de alimentos con alto contenido de grasas, entre
otros) cada dos años, y con la misma periodicidad a todas las de 50 a
69.