Hasta
el 20 por ciento de las personas que fuman de manera constante y por
varios años, pueden padecer Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
(EPOC). Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que
cerca de 210 millones de personas en el mundo padecen esta enfermedad;
y más de 16 millones de mexicanos corren riesgo de padecerla por ser
fumadores activos.
Desde
2002, el tercer miércoles de noviembre se conmemora el Día Mundial de
la EPOC, con el objetivo de llamar la atención de gobiernos, personal
de salud y población en general, en especial fumadores, para que
conozcan las características de esta enfermedad, potencialmente
reversible si es diagnosticada y tratada a tiempo, sobre todo cuando se
presentan los primeros síntomas de tos con o sin expectoración de
flemas y fatiga excesiva.
El
doctor Eliseo Espinosa Poblano, jefe del Servicio de Neumología del
Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), afirmó que la EPOC, sexta
causa de muerte a nivel mundial, involucra dos grandes enfermedades:
bronquitis crónica y enfisema pulmonar; además causa disminución del
diámetro de los bronquios y destrucción irreversible de los pulmones.
Destacó
que nueve de cada diez casos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
son por causa del tabaquismo. %u201CSe conoce que una persona que ha fumado
por lo menos diez años de su vida, diez cigarrillos o más al día, tiene
hasta 15 veces más riesgo de desarrollar EPOC que aquellas personas que
no fuman%u201D.
Uno
de los principales problemas de las personas con la enfermedad es que
no acuden al médico ante la presencia de síntomas como tos con
expectoración de flemas abundantes y espesas, así como baja condición
física, que se traduce en cansancio, y %u201Cfalta de aire%u201D al realizar
alguna actividad física de mediana intensidad.
Espinosa
Poblano advirtió que si las personas con este padecimiento no acuden
con los especialistas de forma temprana, las complicaciones pueden
poner en riesgo la vida de los pacientes; por ello, en el
IMSS se cuenta con estudios de espirometría para determinar el grado de
obstrucción de los bronquios y clasificar la enfermedad como leve,
moderada, severa y muy severa.
El
diagnóstico oportuno puede permitir un tratamiento adecuado, con base
en broncodilatadores, corticoesteroides inhalados (para reducir la
inflamación de las vías respiratorias), antibióticos (en caso de alguna
infección) y trasplante de pulmón (en los casos necesarios y en los
países que tengan estos recursos).
Destacó
que las personas con este padecimiento son más susceptibles a
enfermedades de las vías respiratorias en esta época de frío, por lo
que se les recomienda la vacunación contra la influenza estacional (una
vez al año) y la neumonía por neumococo (cada cinco años).
Dijo
que cuando el paciente tiene un caso muy severo de EPOC, se busca la
rehabilitación pulmonar, brindarles oxígeno y varios tipos de
medicamentos. Sin embargo, la respuesta es poco favorable cuando está
avanzada la enfermedad.
El
especialista enfatizó que ningún tratamiento es útil si no se suspende
el hábito de fumar; esta situación no es sencilla y en la actualidad
son más del 50 por ciento las personas que fumaron por primera vez
antes de los 18 años de edad. Ante la necesidad de ayuda especializada,
el IMSS cuenta con la Clínica de Atención al Fumador.
El
tabaquismo es una enfermedad, no un hábito; en la Clínica se brinda un
programa de nueve sesiones de trabajo, dos veces por semana, donde se
dan pláticas a los fumadores sobre los daños a la salud de su práctica,
orientación de tipo psicoterapeútico para modificar sus estilos de
vida; apoyo nutricional, pues se tiene la idea de que subirán de peso
al dejar de fumar, así como estudios complementarios: espirometría,
placa de tórax y análisis de expectoración.
Además,
se les apoya con parches y gomas de mascar de nicotina para que logren
dejar el tabaco. %u201CAl final del programa tenemos éxito, pues entre 90 a
95 por ciento dejan de fumar. Pero eso no es lo importante, sino que
ellos mantengan la abstención por lo menos durante un año, de tal
manera que se les dé seguimiento cada tres meses para ver si ha habido
alguna recaída%u201D, puntualizó.