México D. F.- El estudio denominado WHISTLER, realizado en Holanda, demostró que los hijos de madres fumadoras son más propensos a desarrollar hipertensión arterial. Si alguien dudaba de los efectos nocivos del tabaco en los niños, aquí se presenta una prueba más de que evitar fumar, al menos durante el embarazo, es algo más que recomendable.
La investigación, dirigida por Carolina C. Geerts, estudiante de doctorado del University Medical Center de Utrech, sometió a 456 niños a mediciones de la tensión arterial, frecuencia cardiaca y función pulmonar cuando tenían dos meses de vida. Los datos señalaban que el 6.6 por ciento de las madres había fumado durante la gestación, mientras que el 13.8 por ciento había estado expuesta a humo ambiental.
La tensión arterial de las madres no varió mucho de un grupo a otro, pero las mediciones en sus hijos fueron distintas. La tensión sistólica de los niños cuyas madres fumaron durante el embarazo fue 5.4 mmHg (en promedio) más alta que la media general. (La tensión sistólica se refiere a la presión sanguínea en el momento en el que el corazón está contraído).
Es de destacar el hecho de que fueron los varones quienes resultaron ser más susceptibles a los efectos del tabaquismo durante la gestación, pues su tensión sistólica fue 8.6 mmHg superior a la de los hijos de madres no fumadoras.
De acuerdo con los autores del estudio, los resultados obtenidos refuerzan la hipótesis de que el %u201Cambiente fetal desfavorable%u201D tiene consecuencias para el desarrollo de los órganos en general, como los riñones.
Una de las explicaciones para la hipertensión en los recién nacidos es que la escasez de nefronas (unidades de excreción renales) dificultan la expulsión de la orina, lo que eleva la presión.
Los investigadores darán seguimiento a los menores durante cuatro o cinco años, pues sospechan que este aumento de la tensión podría derivar en un mayor riesgo cardiovascular a futuro.