México D. F., 23 de diciembre (Redacción Salud Mundo de Hoy).- Las fiestas decembrinas suelen dejar tras de sí algunas secuelas molestas. El espíritu festivo nos invade, y nos lleva a asistir a constantes y abundantes cenas, las cuales ponen ante nosotros una serie de platillos irresistibles. Comer en abundancia, o más bien en exceso, es muy común en estas fechas, como también lo son los casos de indigestión.
La indigestión o dispepsia es una sensación de malestar abdominal que incluye síntomas como eructos constantes, sensación de llenura, distensión (inflamación) y náuseas. Por lo general no se trata de un problema serio y puede desencadenarse por el consumo de determinados alimentos, después de ingerir bebidas alcohólicas o carbonatadas y cafeína, así como por comer muy rápido o en exceso.
En algunos casos, los alimentos muy condimentados, los que son muy ricos en fibra o los alimentos grasosos pueden empeorar las molestias. La indigestión puede ser síntoma de una enfermedad intestinal, como una dispepsia no ulcerosa. Otras causas de la indigestión pueden ser:
• El tabaquismo
• Los alimentos picantes
• Nerviosismo
• Colecistitis (inflamación de la vesícula biliar)
• Gastritis crónica o aguda (inflamación del estómago)
• Pancreatitis crónica o aguda (inflamación del páncreas)
• Úlcera duodenal
• Úlcera gástrica
• Medicamentos como la aspirina y los antiinflamatorios no esteroides (AINES)
Los antiácidos pueden aliviar la indigestión, si su origen no se debe a una enfermedad seria. También existen medicamentos más fuertes de venta libre, como la ranitidina. Es posible que el médico prescriba medicamentos similares o más potentes como el omeprazol. Los expertos recomiendan Un ambiente calmado y el reposo para ayudar a aliviar la indigestión relacionada con el estrés. De igual forma, se deben evitar la aspirina y los AINES; en lugar de ellos se puede usar paracetamol o acetaminofén. Si es muy necesario tomar alguno de estos fármacos, entonces debe hacerse con el estómago lleno.
Se ha dado el caso de que la molestia de un ataque cardíaco se confunde erróneamente con una indigestión, así que no está de más tener cuidado y acudir con el médico si: las molestias duran más de un día, hay dolor abdominal intenso, se presenta vómito o evacuaciones con sangre, o si la piel adquiere un color amarillento. Si existe dolor de pecho, espalda, mandíbula, sudoración profusa y sensación de ansiedad, podría tratarse de un ataque cardiaco).