Hoy, “Día Mundial de la lucha contra el cáncer de mama”, Sanofi-Aventis te invita a hacerte la autoexploración

Cáncer de mama en México  
 
En México, el cáncer representa la segunda causa de muerte en la población general. El cáncer de mama es la segunda causa de muerte en mujeres, después del cáncer cervicouterino, y representa la primera causa de muerte en mujeres entre 45 y 64 años de edad. Cada día mueren 10 mujeres a causa de este padecimiento. 
 
El cáncer de mama es un proceso tumoral de la glándula mamaria, que generalmente se manifiesta con la presencia de un nódulo firme o una pequeña protuberancia que puede detectarse al tacto. No es doloroso al principio, puede moverse o estar adherido a la piel, pero a medida que avanza ocasiona retracción de la piel o el pezón, ulceración, dolor o enrojecimiento.
 

Los factores de riesgo asociados con los tumores mamarios son: 

  • Edad mayor a 35 años
  • Herencia: 10 -15%
  • Cáncer de mama en familiares en 1er grado (madre, hermanas)
  • Tratamiento hormonal
  • Inicio temprano de la menstruación (antes de los 11 años)
  • Menopausia posterior a los 55 años
  • Dieta rica en grasas
  • Sobrepeso de 1er a 3er grado
  • Vida sedentaria
  • No haber tenido hijos
  • Primer embarazo después de los 30 años
  • Tabaquismo
  • Alcoholismo 

El cáncer de mama se puede diseminar a través de los ganglios linfáticos hacia otras partes del cuerpo. Los sitios más comunes son: los ganglios de la axila, a la otra mama, huesos, hígado, pulmón y cerebro.

Una vez que la paciente ha detectado una masa en alguna de sus mamas, debe acudir a su médico para que la examine.  Los estudios necesarios para el diagnóstico incluyen: radiografía de tórax, ultrasonido mamario, mastografía y biopsia, en caso necesario.

Si el diagnóstico de cáncer se confirma, es muy importante establecer la etapa en que se encuentra; ya que de esto dependerá el tratamiento a seguir.

El tratamiento del cáncer de mama puede incluir: cirugía, radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia.

Todas aquellas prácticas que nos ayudan a detectar enfermedades en sus etapas iniciales pueden tener implicaciones tan importantes como salvar nuestra vida; el cáncer de mama no es la excepción, por lo que le proponemos una sencilla rutina que puede llegar a salvar vidas.

Autoexploración mamaria, una rutina que toda mujer debería realizar 
 
Al menos en el 70 % de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama, en etapas tempranas, el tumor es un hallazgo de la autoexploración o de una mastografía de rutina. Estas mujeres tienen mayores posibilidades de curación que aquellas en las que la enfermedad se diagnostica en etapas avanzadas. De aquí que la práctica sistemática de la autoexploración mamaria sea una rutina que toda mujer debería de realizar.

Para lograr un diagnóstico temprano es importante que toda mujer conozca sus senos y sepa explorarlos correctamente; lo cual le permitirá detectar oportunamente cualquier cambio que pudiera presentarse, e informarlo a su médico lo más pronto posible. Cuanto más pequeño es un tumor, más difícil es detectarlo, pero su tratamiento es más sencillo y las probabilidades de curación son mayores. La recomendación actual para el diagnóstico oportuno del cáncer de mama de la Sociedad Americana de Cáncer señala que toda mujer debe realizarse una autoexploración mamaria en forma mensual, a partir de los 20 años de edad, mastografía cada 2 años a partir de los 40 años y anual a partir de los 50 años, y examen médico cada año a partir de los 40 años de edad.
 
La autoexploración mamaria es muy sencilla, rápida e indolora y, además, muy útil para la detección oportuna. Se basa en los cambios físicos que se producen en las mamas, debidos a la aparición y progresión de cualquier tumoración.

Para llevar a cabo una autoexploración mamaria adecuada, ésta debe practicarse preferentemente entre el 5º y 8º día después de iniciada la menstruación, si es que ésta se presenta regularmente. En los casos en que las menstruaciones son irregulares y después de la menopausia, se recomienda realizarla  en un día fijo cada mes (que podría ser el primer día o el último día, para no olvidarlo).
Le recomendamos acudir cuanto antes con su médico para que realice un examen cuidadoso y los estudios que él considere convenientes, si durante la autoexploración mamaria usted encontró alguno de los siguientes hallazgos:

Aumento o disminución del tamaño o consistencia de un seno en comparación con el otro.

Aparición de abultamientos, hundimientos, cambios de color, como enrojecimiento persistente, o la piel se ve engrosada con el aspecto de cáscara de naranja.

Salida de líquido sanguinolento o de aspecto lechoso por el pezón si no está embarazada o lactando.

Detección de abultamientos o nodulaciones que antes no existían, tanto en los senos como en las axilas.

Aumento de tamaño, cambio de consistencia en nódulos mamarios preexistentes, o aparición  de nuevas lesiones o “bolitas”, en las mujeres que ya las presentaban con anterioridad.

Retracción o hundimiento del pezón, o aparición de ulceraciones en la piel del mismo. 

Afortunadamente, muchas de las lesiones detectadas son benignas. Sin embargo, en todos los casos el médico deberá llegar a un diagnóstico y brindarle una explicación satisfactoria de los cambios detectados, así como hacer un seguimiento de ellos, con revisiones periódicas, para excluir la presencia de cáncer.

Sanofi-aventis: Una década al servicio de pacientes con cáncer de mama.
 

Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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