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México D. F.- El término Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se refiere a un trastorno pulmonar crónico mediante el cual se bloquea el flujo de aire a los pulmones, sus formas más comunes son el enfisema y la bronquitis crónica. Aunque la predisposición genética es un factor importante para el desarrollo de la enfermedad, la causa principal de la EPOC es el hábito de fumar, pues el consumo prolongado de tabaco ocasiona la inflamación de los pulmones y la destrucción de los alvéolos pulmonares. Los fumadores pasivos, principalmente hombres, y las personas que viven en un ambiente contaminado, también presentan un alto riesgo.
Uno de los principales síntomas es la dificultad para respirar, que puede presentarse después de los primeros 10 años de adicción al tabaco. La degeneración de la función pulmonar es muy rápida y si a ello se agrega el daño causado por el cigarro, el resultado puede ser un padecimiento respiratorio altamente incapacitante, que puede llevar a los pacientes a depender de un tanque de oxígeno por el resto de su vida. Para el tratamiento de la EPOC suelen usarse broncodilatadores, y en algunos casos esteroides inhalados para reducir la inflamación del pulmón; en casos más graves, estos medicamentos se administran vía oral o intravenosa.
Las infecciones pueden empeorar el padecimiento, por lo que durante las etapas de reagudización de los síntomas se utilizan antibióticos junto con la ventilación crónica no invasiva con bajo flujo de oxígeno. Existe la posibilidad de extirpar parte del pulmón enfermo, método que ha funcionado con algunos pacientes. En casos extremos, se han practicado trasplantes de pulmón. No es necesario aclarar que dejar de fumar es fundamental en el tratamiento.
Las complicaciones más comunes de la EPOC son las relacionadas con las insuficiencias cardiacas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), la mejor manera de evitar la enfermedad es prevenirla mediante la erradicación del tabaquismo. La modificación de la dieta del paciente, es un factor a cuidar, así como la aplicación de las vacunas antigripal y antineumocócica; por otra parte, el uso de nuevas terapias, como la rehabilitación pulmonar, puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los enfermos.
